sábado, 4 de octubre de 2008

La tiranía de los expertos

Por fin el capitalismo ha descubierto el socialismo. No se ha acabado la historia como afirmó el adlátere del neoliberalismo Fukuyama . ni tampoco se han muerto las ideologías como subrayaron incansablemente los postmodernos de finales del siglo XX, ni tampoco ha triunfado el pensamiento débil pluriestablecido a base de cheques universitarios. El socialismo sigue vigente, sus ideas sirven, son eficaces como lo han demostrado el pueblo venezolano, el boliviano, el ecuatoriano, el nicaragüense, el cubano etc, nacionalizando empresas con beneficios....y a su manera CÍNICA, haciendo uso de uno de sus principios el gobierno de Bush y la comunidad europea. ( me gustaría saber ahora qué dicen los intelectuales de Prisa y la Cope al respecto, si van aser tan beligerantes como lo fueron es su día contra el gobierno venezolano) El problema es que este socialismo lo han hecho con un traje a medida de los ricos. Un traje de Armani cuyos rotos van a ser cosidos con el hilo de todos y cada uno de los ciudadanos/as europeos y norteamericanos. Lo han llamado socialismo para ricos. Un juego de palabras peligroso. Un juego perturbador de ideas totalmente incompatibles pero que tienen su transcendencia a día de hoy. Porque eso quiere decir que las medidas que propone el socialismo frente al capitalismo están vigentes. No desaparecieron como algunos intentaron repetirnos hasta la saciedad con la caída del muro. Medidas que pasan no por favorecer a una parte minúscula pero poderosa de la sociedad como son los lobbies banqueros sino que deberían de valer para el resto de la sociedad. Para todos los asalariados que somos las mayoría. Para todos los que tenemos hipotecas. Para todos los flexibilizados por este sistema laboral neoliberal con el beneplácito de los sindicatos. Para todos los emigrantes que han perdido su puestos de trabajo y que aún contribuyendo al bienestar del primer mundo se les paga para que se vayan o en el peor de los casos se les expulsa a su tercer mundo. Para todos aquellos trabajadores que se les exige ahora, antes y en un futuro, da igual las condiciones económicas en la que nos encontremos, moderación salarial. Como afirmó Howard Kurtz “seamos capaces de romper con la tiranía de los expertos (que nunca descubrieron la bancarrota de un banco, ni intuyeron el impacto del sida” y “volvamos a escribir sobre injusticias y ultrajes, a contar lo que las autoridades no quieren que se sepa...”
Mientras el gran capital, amparándose en las leyes divinas del mercado se reparte sus dividendos y echa mano de la bolsa de todos cuando tienen necesidad. Lo llaman socialismo para ricos. Yo lo llamaría por su nombre: capitalismo de clase. Ellos primeros, nosotros siempre de observadores y los que les sacamos de aprietos cuando practican sus principios. Siempre el capitalismo será incompatible con la ciudadanía

No hay comentarios: